La tarde-noche del viernes 4 de
marzo de 2011 la Hermandad del Silencio llevó a cabo la presentación de la
restauración de su imagen titular: el Cristo del Consuelo. Dicha imagen es un
bello ejemplo de crucificado que se venera en la antigua capilla de Ntra. Sra.
de los Dolores de la Real, Insigne y Majestuosa Iglesia de Santiago “El Mayor”.
La imagen fue realizada, a instancias de la junta parroquial de Santiago, en
1795 por el escultor José Puchol Rubio académico de la Real Academia de San
Carlos de Valencia.
El acto se desarrolló a lo largo de
una hora, aproximadamente, en la nave central de la iglesia. A los pies del
presbiterio se colocó la imagen recientemente restaurada. Dos momentos fueron
los que se distinguieron en la presentación. Una primera parte, que podemos
denominar “técnica”, en la que tomó la palabra la restauradora Aurora Arroyo
Ibáñez quien, muy didácticamente y acompañada de multitud de fotografías del
proceso de restauración, hizo un repaso a todos los detalles de la escultura y
los métodos utilizados en su trabajo de septiembre a diciembre del pasado 2010.
En la segunda parte intervinieron, por el siguiente orden, el Presidente de la
hermandad D. Ignacio Martínez Ballester, el Hermano Mayor y Párroco Rvdo. D.
Francisco Viciano Flors y la Alcaldesa Dña. Mónica Lorente Ramón. Los tres
pusieron una nota sentimental y de emoción sobre la imagen del Cristo que tanta
devoción despierta en los oriolanos y oriolanas.
Una vez finalizado el acto todos los
asistentes tuvieron la posibilidad de acercarse a la imagen del Cristo del
Consuelo para poder ver de primera mano todos aquellos detalles que se habían
comentado con anterioridad. Por supuesto las felicitaciones y parabienes se
sucedían a los directivos y a la propia restauradora.
Aurora Arroyo Ibáñez destacó algunas
curiosidades, que descubrió en los pormenores de la restauración a saber: que
se trata de una escultura de gran calidad por el tratamiento y estudio de la
musculatura y la poca cantidad de clavos para unir las diferentes partes de la
imagen, con lo resaltó el exquisito e impecable trabajo de la madera del
escultor.
Y ahora solo queda esperar a la
noche del Jueves Santo para poder ver en el gran retablo oscuro, el marco
inigualable que se convierte Orihuela donde la única luz que brillará
propiamente será la imagen, silenciosa, muerta, lívida del Cristo del Consuelo.
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